Me rindo a Ti Señor

Conocí a Dios a la edad de 21 años en Alemania, en la etapa más oscuro de mi vida dibujando en una pared mi tumba con mi nombre: Roberta Lacatusu está muerta! Y de repente la luz del evangelio resplandeció sacándome de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9) Soy de Rumanía, tengo 35 años y llevo 15 años en España, estoy casada y tengo un hijo de 7 años. Actualmente, estoy estudiando en el Seminario bíblico de España. Algo que me conecta con las mujeres es la necesidad de poder cultivar juntas un mayor anhelo por la gloria de Dios, cuando veo el relato de Lucas 1-39:56 María y Elisabet se encontraron y las dos se regocijaron en Dios.

El ministerio: Dios nos hizo un llamado a trabajar con los niños huérfanos vulnerables. Actualmente, nos estamos preparando para ello (efesios 6:18), orando en todo momento con toda oración y súplica, y la guía de Dios en casa paso, nuestra meta es Glorificar a Dios sobre todas las cosas, dar a conocer el amor tangible de Dios a los niños. Caminando de la mano con el Todopoderoso y dependiendo de Él en todo momento. Cuando el Maestro te llama espera en Él.

Isaías 40:31 RVR1960: pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Nací en Ecuador en una familia católica no practicante, a la edad de 7 años mi familia se mudó a Madrid (España) y fue en un campamento cristiano donde escuché por primera vez el evangelio, dándome la oportunidad de conocer y recibir a Jesús como mi Salvador. Por la gracia del Señor, el evangelio se convirtió desde entonces en centro de nuestra familia.

Tuve la bendición y el privilegio de crecer rodeada de personas que aman al Señor y que me motivaron a tener un amor por las misiones y pasión por compartir a otros acerca de quién es Cristo, especialmente en lugares donde no es accesible conseguir un ejemplar de la biblia. Así fue como conocí a mi marido en el año 2014 en un viaje misionero a Marruecos. Nos prometimos en 2018 y en 2021 nos casamos. Actualmente, mi marido y yo servimos al Señor en el Norte de África y estamos esperando la llegada de nuestro primer hijo.

Disfruto mucho discipulado a mujeres, leer libros, viajar, pintar en acuarelas o caminar, entre otras cosas, pasar tiempo de calidad con mi marido, familia y amigas.

Yo tuve el privilegio de nacer y crecer en un hogar cristiano. Cuando mi padre era Pastor en una iglesia en Minnesota, a una edad muy temprana de seis años me di cuenta de que era pecadora y que necesitaba un Salvador y obedecerle y seguirle en el paso del bautismo. El Señor desde entonces comenzó a obrar en mi vida. En mi adolescencia mi padre se trasladó a Uruguay como misionero, algo que tuvo un gran impacto en mi vida. A los 14 años, en una conferencia Bíblica, entregué mi vida al Señor para servirle en lo que él quisiera. Fue en Uruguay donde conocí a Lucho y él también sintió el llamado del Señor para servirle en tiempo completo. Después de estudiar en la universidad cristiana, en el año 1980 nos casamos y hasta hoy llevamos 43 años sirviendo al Señor en España con la Misión Bautista Mundial. El Señor nos ha bendecido con una hija, dos hijos y ahora tres nietos. Algunas de las cosas que me gustan en mi vida personal son: leer, practicar deportes, jardinería y estar en la naturaleza. Otra cosa que me gusta y lo he usado en nuestro ministerio es trabajar con niños y jóvenes. Cuando mis hijos se fueron del nido, pude usar otros talentos como enseñar inglés desde una academia y cuidar de enfermos y ancianos como auxiliar de enfermería. En cada una de estas áreas el Señor me ha dado la oportunidad de compartir el Evangelio. Ahora, aun con mi edad, puedo decir que el Señor no está terminado de obrar en mi vida y quiero seguir sirviéndole hasta el final. ¡Que Dios os bendiga!

Nací en Guatemala, de madre guatemalteca y padre venezolano. Cuando era solo una bebé, mi familia se mudó a Venezuela para servir en la obra. Acepté al Señor como mi Salvador personal a los 3 años de edad, pero a los 7 confirmé mi decisión. Crecí en una familia misionera y, en mi adolescencia, recibí un llamado especial para servir al Señor a tiempo completo, donde Él me guiara. El ejemplo de amor y servicio de mis padres me motivó a dedicar mi vida al Señor. A los 18 años, el Señor abrió la puerta para que fuera a Puerto Rico a prepararme en Calvary Baptist Bible College, donde obtuve mis licenciaturas en Educación Elemental y Biblia. Allí conocí a mi futuro esposo, el pastor Ariel Alfonso, con quien me casé en el año 2005. En el verano de 2006 nos mudamos a la República Dominicana para servir al Señor. Desde entonces, hemos estado sirviendo como misioneros en la Iglesia Bautista Jesucristo en Cristóbal. Dios nos concedió dos hijos, Ariel David y Andrea Sofía, quienes hoy tienen 16 y 15 años. Doy gracias a Dios porque ellos también fueron salvos y están sirviendo al Señor junto a nosotros. Tengo dos hermanas que están casadas con pastores y sirven en los Estados Unidos y en España. Mi pasión es amar al Señor y servirle con todo mi corazón como Su hija, cumpliendo con los roles bíblicos de una mujer piadosa.